La competición internacional se realizó en la isla griega de Samos
Roberto Gutiérrez, 05 de marzo de 2015

Con Pakal (artefacto que con su nombre honra al gobernante maya que al morir se convirtió en dios del maíz), alumnos de la Facultad de Ingeniería obtuvieron el segundo lugar en la Primera Competición de Robots de Playa y Mar,realizada en la isla griega de Samos.
Integraron el equipo Gerardo Ramos Vásquez, Joel Itauqui Osornio Martínez, Carlos Ignacio García Sánchez, César González Cruz y Juan Francisco Hernández Medina.
Con Chamal K’iin, la escuadra ganó el primer lugar en el Torneo Mexicano de Robótica 2013, en Puebla. Basados en ese aparato, desarrollaron a Pakal, con el que contendieron en el Latin American Robotic Challenge (LARC 2013), en Arequipa, Perú. Con el mismo prototipo se inscribieron en el Torneo Mexicano de Robótica 2014, en Ciudad del Carmen, Campeche, y consiguieron el oro, lo que les dio un boleto para la justa helénica.
El certamen griego duró dos días: en el primero se efectuó la ronda eliminatoria y en el segundo, la final, en la que, durante 10 minutos, cada participante recogió la mayor cantidad posible de latas para depositarlas en un contenedor, tras evadir obstáculos y el mar.
La función principal de Pakal es detectar y recolectar, en forma autónoma, desechos contiguos al océano. Para ayudarlo en esta tarea, el robot dispone de un sistema mecánico, uno electrónico y uno de programación.
El primero consta de una base con cuatro ruedas, una pala, dos dispositivos de sujeción y un receptáculo para sólidos (los rines y carcasas para sensores se hicieron con impresiones 3D), mientras que el segundo se aboca a la potencia y el control, con la idea de optimizar la operación y evitar señales indeseadas.
Y el tercero se encarga del procesamiento de imágenes y de la posición. Para ello, los universitarios crearon un software de búsqueda mediante una cámara web. Así, el aparato fue capaz de detectar objetos por su forma y color, y determinar si se trataba de latas o del mar que delimitaba la zona de competencia.
Si eran envases metálicos, calculaba las coordenadas exactas para desplazarse a ese punto y recogerlos; si era agua, estimaba cuánto era prudente alejarse. Además, para ayudarlo a eludir obstáculos, en su parte frontal se instalaron sensores de distancia, similares a los empleados por los automóviles para estacionarse en reversa.
Diferentes tareas
“Ahora puede limpiar litorales, pero con ciertos ajustes ayudaría en desastres radiactivos, lidiar con residuos tóxicos, escombrar cascajo o sanitizar alguna zona”, dijeron.
Este tipo de proyectos suelen ser extracurriculares; a los estudiantes les sirven para poner en práctica sus conocimientos en condiciones reales, concluyeron.
En la competencia de Grecia, primer y tercer sitios fueron para las universidades Tecnológica de Campeche y del Egeo, respectivamente. Para concretar el desarrollo con el que obtuvieron medalla de plata, los jóvenes (que pertenecen al Club de Robótica de su escuela) contaron con el patrocinio de la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería y las empresas Intel, Quantum, PRINT3D y Aglaskhom Servicios, entre otras.